Tras una corta maceración del mosto con sus pieles en la que las uvas despliegan sus precursores aromáticos y un prensado suave, se realiza la fermentación alcohólica a una temperatura controlada de 17º. Asà conseguimos retener los aromas que nuestras cepas viejas de viura expresan en estas tierras.
FASE VISUAL:
Brillante color amarillo pálido.
FASE OLFATIVA:
Aromas a frutas blancas (manzana, pera...) y tropicales se entremezclan con un fondo floral otorgando al vino una nariz completa, fresca y elegante. Matices terrosos con los que apreciamos la mineralidad otorgada por el terruño.
FASE GUSTATIVA:
Muy limpio y franco en boca, untuoso. Entrada agradable y buen recuerdo en el postgusto. Volvemos a encontrar en retronasal las frutas y minerales que se mostraban en nariz.