Un vino moderno que se elabora combinando tradición y tecnología. Tras una vendimia seleccionada en el momento óptimo de maduración, se fermenta el mosto resultante en acero inoxidable. El equipo de enología realiza una exhaustiva selección de las mejores lías finas entre todos los depósitos de la Bodega que, junto con el vino seleccionado, son sometidas a “batonage” durante dos meses, un singular método que aporta su peculiar untuosidad y amplio volumen en boca. A continuación realiza una crianza de diez meses en depósito de acero inoxidable, con las lías en reposo, que le proporciona redondez y equilibrio.