El vino se elabora con las variedades Pedro Ximén y Moscatel, partiendo de una base de Dulce Natural de bayas seleccionadas, en el que se han cuidado al máximo las condiciones de extracción, desfangado y fermentación siempre en acero inoxidable. Una vez obtenido el vino, pasa un proceso de control analítico y organoléptico en el que se eligen los vinos que obtienen los parámetros deseados. De ahí pasan a un proceso de crianza oxidativa en botas de roble americano que se prolonga mínimo durante 5 años.

CATA:

Color muy oscuro con amplia capa en la que el fino menisco ofrece tonos yodados en copa el movimiento es aceitoso, con lágrima gruesa, densa y coloreada.

La nariz es muy intensa y limpia, la longevidad de este vino imprima todo un carácter en la gama arómatica que ofrece, complejo, meloso con café, cacao, mineral…, en continua evolución van apareciendo higos frescos, fruta confitada, notas cítricas.

La boca es grasa muy amplia, suculenta con textura suave. El dulzor bien compensado con la acidez. Con una retronasal intensa y similar a la nariz, el postgusto es largo.